Una tomografía por emisión de positrones, o PET, es un procedimiento no invasivo que proporciona imágenes de los órganos internos del cuerpo. El proceso es diferente de los rayos X, las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas, pero todos comparten características comunes. Una tomografía por emisión de positrones proporciona información sobre el flujo sanguíneo y cómo el cuerpo usa el azúcar y el oxígeno. Se puede utilizar para diagnosticar enfermedades y detectar anomalías.
Una tomografía por emisión de positrones es un tipo de imagenología de medicina nuclear. El procedimiento utiliza sustancias radiactivas para mostrar varios órganos internos. Ayuda a los médicos a diagnosticar diversas enfermedades mediante el estudio de cómo los tejidos utilizan la sangre y el oxígeno. Se puede realizar una tomografía por emisión de positrones (PET) de forma rápida y sencilla. Un médico puede usar los resultados para hacer un diagnóstico en unos pocos minutos.
Una exploración por TEP utiliza una cámara especial y un marcador radiactivo para crear imágenes en 3D de los órganos. Se coloca un marcador que tiene mucha energía en una vena intravenosa del brazo. Esta sustancia se mueve a través del cuerpo y se acumula en un determinado órgano. Luego emite positrones, que son partículas cargadas positivamente que pueden ser capturadas por una cámara. Las imágenes de esta exploración son luego interpretadas por un radiólogo.
Una tomografía por emisión de positrones se realiza en un centro especial de PET o en el departamento de medicina nuclear de un hospital. Este procedimiento implica acostarse sobre una mesa que está conectada a un escáner grande y una cámara. La imagen es creada por un programa de computadora y es interpretada por un radiólogo especializado. Esta imagen puede mostrar un tumor canceroso u otra anomalía, pero no es necesariamente indicativa de un diagnóstico de cáncer.
Una exploración por PET utiliza un marcador radiactivo y una cámara especial para mostrar el metabolismo de los órganos del cuerpo. Se utiliza para detectar el cáncer antes que otras pruebas de diagnóstico. Una exploración por TEP toma hasta 30 minutos para producir imágenes detalladas de órganos y órganos internos. Una tomografía por emisión de positrones puede proporcionar información importante sobre la salud de una persona. Puede ayudar a identificar el cáncer, las convulsiones y la enfermedad de Alzheimer.
La tomografía por emisión de positrones es un procedimiento de imágenes que revela información sobre la actividad metabólica de los órganos del cuerpo. A diferencia de una tomografía computarizada, puede detectar el cáncer antes que una tomografía computarizada. Una tomografía por emisión de positrones (PET) utiliza un marcador molecular marcado radiactivamente que se inyecta en el cuerpo. El trazador tiene diferentes tasas de captación en diferentes tejidos, y el emisor de positrones radiactivos utilizado en la exploración PET puede visualizarse y cuantificarse.
Una tomografía por emisión de positrones funciona mediante el uso de trazadores radiactivos para identificar varios órganos. Estos rastros contienen una sustancia radiactiva que se ha adherido a una sustancia química que se utiliza durante el metabolismo. Por ejemplo, la glucosa se usa comúnmente para crear energía. Se le coloca un trazador radiactivo de glucosa y se le añade un trazador radiactivo de gluconeosa a la glucosa. Se pueden usar otras sustancias en la exploración por TEP.
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